martes, 21 de abril de 2009

CAPÍTULO 1: NUEVO AMANECER (Aquarius)

Acababan de llenarme con Aquarius, mi alma. En la fábrica todo eran mimos, no tenías por qué hacer nada. Te pasabas todo el día sentado, de aquí para allá, y no tenías que moverte porque debajo tenías una cinta negra y larga que te movía por donde querías, era un lujo, mi vida era de cinco estrellas. Me limpiaban, me moldeaban, me sacaban brillo, y para no tener que hacer amistades, ya se encargaban los humanos de azul te emparejarme con otro que fuese de mi agrado. A él también le mimaban, todos éramos iguales, todos teníamos los mismos derechos, eramos como una piña: la sociedad perfecta. Pasé algún tiempo allí, y como dije, no tenía que hacer nada: me dormía sentado y cuando tenía que despertarme para ir a algún sitio, esa maravillosa cinta transportadora lo hacía por mí. Todo iba de perlas...hasta que me sacaron de la fábrica. Nos cogieron por edades, a todos nos habían rellenado a la vez, así que nos encadenaron a todos de golpe en una cosa cuadrada que tenía "Aquarius" impreso en un lateral y me metieron en una caja muy grande con unas cuantas cosas redondas que creo que se llamaban "ruedas". Allí dentro, para mi suerte, no estaba sólo, había otras muchas cosas cuadradas con botellas como yo que se encontraban en la misma situación.

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