miércoles, 29 de abril de 2009

CAPITULO 2: UN LALRGO TIEMPO ESPERANDO

Allí me encontraba otra vez, solo como otras muchas veces, de nuevo otra oportunidad para conocer a los demás alimentos y refrescos junto a mi, esperando una oportunidad para liarla parda y montar una gran fiesta, esperando que alguien reclamara mi alma.
Conocí a las demas latas como yo, las otras coca-colas, pero tenían algo diferente al resto estaban como...apagadas, envueltas en un halo de soledad. Al otro lado mas alla de las gambas congeladas divisaba bolsas de patatas y guarrerías como ésas pero ni siquiera se dignaron a mirarme. el dependiente, un tipo corpulento con un gran bigote apoyando el culo contra la silla y viendo una telenovela mala de la tele, no parecía prestar mucha atención a su trabajo.
Este recinto helado era peor que la cárcel. Las fantas tanto de naranja como de limón habían tomado su terreno y nadie podía adentrarse en el, las coca-colas no querían relación con nadie, estaban cansadas. Para el resto de la tienda era insignificante, como si no existiera. Fue un gran error haber salido de la fábrica.Como echaba de menos a todos mis colegas... mi estancia allí iba a ser muy larga, y aburrida...

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