martes, 28 de abril de 2009

CAPÍTULO 2: EL VIAJE MAS LARGO DE MI VIDA (Aquarius)

En aquella prisión conocí a unos cuantos que se encontraban en mi misma situación: botellas de Aquarius recién nacidas, tímidas y sin ningún mal en su interior, encerradas entre cuatro paredes oscuras que no dejaban pasar la luz. Entre la multitud del miedo pude conocer a unos cuantos Aquarius más que estaban igual de amedrentados que yo. Todos proveníamos de la misma fábrica, nacimos en el mismo momento...¿tendría todo alguna conexión? (nota del autor: no, no tiene ninguna conexión, es para hacer el relato un poco más interesante).

Con el paso de las horas nos fuimos conociendo todos poco a poco y empezamos a liberarnos de nuestras celdas-caja y nos fuimos relajando un poco. Tampoco se estaba tan mal allí, a fin de cuentas el sitio era seco y tampoco hacía frío así que no se estaba tan mal. El traqueteo de nuestra celda oscura poco a poco se fue deteniendo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario