CAPÍTULO 2.1: EN EL CAMIÓN (Aquarius)

Pasé algún tiempo en el camión, y pude conocer a otras latas, botellas y demás envases de Aquarius. Entre todos ellos destacaba Zero, el mas chulo. Se dedicaba a arrimarse a las botellas de Aquarius, especialmente a las que tenían mas curvas y yo le odiaba por ello. No sólo era eso, sino que también se dedicaba a dejarnos mal a nosotros, los humildes, los nuevos, las latillas de pocamonta. Admito que yo tenía pocas burbujas, pero tampoco era para pasarse así, solo porque se me fuesen más rápido que los demás tampoco era para dejarme en ridículo constantemente. Pese a que lo deseaba y a la vez no, un día todo cambió.

Resulta que Zero había descubierto cómo abrir la puerta del camión (la trasera) y eso no hacía sino acrecentar mi rencor en consecuancia a las alabanzas de las botellas. Pero todo se complico cuando su mejor amigo, One, le dijo "a que no te atreves a...saltar y escaparte del camión". El orgullo de Zero, como era de esperar, le impedía contestar que no a esa pregunta, pero para no quedarse sólo le contesto a One diciendo que lo haría si lo hacían juntos, y éste dijo que si. Zero y One se zarandearon un poco en las bases de metal (nota del autor: piernas) para saltar y al tocar el asfalto que se movía bajo el camión se deshicieron en mil pedazos y dejaron la carretera llena de sangre de un color anaranjado, una visión especialmente desdagradable para su novia Sin Burbujas: la pobre estaba de dos meses y ya no hubo quien la consolase...