martes, 5 de mayo de 2009

CAPÍTULO 3: LA LLEGADA (Aquarius)

Tras unos días de luto por las latas fallecidas, el camión infernal al fin se detuvo y el miedo nos sobrecogió a todos por igual. La puerta se abrió una vez más y una criatura extraña bastante más grande que nosotros agarró nuestros recipientes y empezó a sacar a mis amigos de doce en doce. Cuando fue a sacar a Sin Burbujas, todos nos percatamos de que se había quitado la chapa y había desparramado toda su sangre por el suelo. El ser gigante parecía molesto por ello, pero nosotros sólo recordamos el triste momento que habíamos vivido hace escasos días. El hombre gigante nos sacó del camión y me dí cuenta de que estaba en un mundo muy diferente al mío: no había una cinta negra que nos moviese a todos, los seres tenían que desplazarse por ellos mismos, además, había una cosa redonda en el techo (ahora bastante más distante de lo que estaba acostumbrado a ver) que nos daba luz y calor a todos.

Entramos en un sitio, un poco más luminoso que el camión y allí descubrí que había muchas más latas en mi misma situación...

No hay comentarios:

Publicar un comentario